Run Away

Las deidades urbanas habían dotádolo de un preciado y no común talento musical. Dominaba a la perfección el estilo de caderas Hip y saltos Hop. Precisamente venía de una demostración de talento que el mismo había dado en una batalla de Freestyle. Una vez solo, surcando las calles como tantas veces se le había visto sintió un trueno de sirenas explotar cerca. El peso de su mochila en la espalda encogió su estomago y anudó su garganta. El rubor en sus mejillas y la contracción de sus músculos le indicaron que debía correr. Subió sus vaqueros, hasta entonces a media asta, y llegó pronto a unas tétricas escaleras con 3 rombos entrelazados en las afueras. 22:15. Aún había tiempo. Bajó casi sin tocar los peldaños. La adrenalina entorpecía un claro pensar, las opciones se atropellaban unas con otras. Estaba desorientado ¿Ir a casa o desaparecer? Probablemente algún agente tendría custodiada su cuadra. El chispazo de una baja de voltage en el andén arrojó una solución. De pronto recordó a un amigo de antaño. Podría ayudarle. Sacarlo de ahí. Se lo debía ¿Destino? Incierto, al igual que el de su aún tierna, pero mal habida vida.